¿Que pasaría si uniésemos soledad, silencio, belleza, alta montaña, bosque y río? Que tendríamos una ruta especial, fácil aunque dura desde el punto de vista físico. Bella y diferente. ¿Y dónde? En la sierra de Gistredo. Esta sierra es relativamente conocida por su pico más emblemático, el Catoute, y por la presencia del oso pardo. Pero fuera de las rutas de acceso a su cumbre emblemática, permanece solitaria y salvaje, olvidada por los circuítos turísticos e incluso por la gente de la montaña. Nuestra propuesta es hacer una ruta larga, de unos 16km y con un desnivel entorno a los 1000m de subida (y otros tantos de bajada). Hacerla con calma, lentamente, ofreciedo la posibilidad de hacer tramos de soledad y silencio (cada persona que así lo desee camina entre el guía de delante y el de cierre, en soledad y silencio). Para que esto sea posible, hay que salir temprano, para lo que nos vamos a ir a dormir al albergue que hay en la zona, en Igüeña.
Rutas y prácticas mindfulness en la naturaleza, inspiradas en la ecología profunda.