Intenso fin de semana, con dos viajes a las cascadas del río Cambás, en Aranga (A Coruña). Ruta muy intensa, difícil y con el suficiente riesgo como para que toda la actividad exija atención plena, ayuda mutua y compañerismo.
El domingo, además, entró una neblina que humedeció las rocas, haciendo aún más dificultoso el camino.
Dos jornadas cargadas de ese aprendizaje que emerje de la experiencia, en este caso la de trepar, caminar por terreno comprometido, compartir esfuerzos, ayudarnos, disfrutar de la belleza del paisaje...Gracias a todas las personas que participaron. Y enhorabuena por la capacidad para gestionar con alegría y confianza las complicaciones, aprendiendo cosas nuevas de ellas.
Respecto de las fotos, sabía que para mi sería imposible estar al camino y a la cámara, así que la dejé en casa. Las que presento, son fruto de la generosidad de Sonsoles, Emma, María, Juan...De todas las personas que enviaron alguna. Gracias una vez más.
Y hasta la próxima, que será ya en julio.
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