Si hubiera que definir con pocas palabras la ruta del domingo, serían las del título de la entrada: silencio, paz y conexión.
Ese día, escogimos un camino sin prisas, directo a lo más bello del bosque y del río, para caminar con calma y pararnos a mirar el mundo que nos rodea, reconociéndonos como parte del mismo.
Caminos hacia el centro del bosque, caminos de vuelta a casa, al mundo natural al que pertenecemos.