Vivimos tiempos de cambios. Usamos mascarillas en la calle, permanecemos confinados. Cierran negocios, a veces para siempre. La pobreza crece a nuestro alrededor, sumando el miedo a caer en ella al miedo a la enfermedad. Esta situación, también nos cambia por dentro, seamos conscientes de esos cambios o no.
En los caminos que frecuentamos en bosques y montañas también se manifiestan los cambios. En algunas zonas, las más conocidas, hay más gente caminando y buscando desde una nueva forma de ocio, hasta un contacto más íntimo y reparador con la naturaleza. Y en las zonas más escondidas que tanto nos gustan y que hace mucho que no visitamos, lo que eran caminos apenas perceptibles, ahora no son ni eso, han desaparecido, devolviendo al bosque un puntito salvaje que lo hace más hermoso, si cabe. Es el caso de la Fraga do Sol.
Tal vez la ruta más íntima que jamás hayamos hecho. En ella nunca nos hemos encontrado con nadie. Los caminos que utilizamos no queda claro si son resultado del paso de personas o de animales. Aquellos que sí son del paso de personas, están muy cerrados, a veces desaparecidos. Conscientes de esta situación, el sábado 14 de noviembre salimos de exploración, con la idea de ofrecer esta ruta a la gente con la que salimos, EN CUANTO SEA POSIBLE ( a día de hoy, ni en grupos de cinco, pues la gente que viene de Coruña, Ferrol, Oleiros, Cambre...está confinada).
¡¡Nos vemos pronto!!
Comentarios