En la Devesa de Rogueira, desde 1200 m de altitud, una capa discontinua de nieve cubre los caminos. Por encima, la capa de nieve se ve más sólida y abundante. A lo lejos se ven los Ancares, muy nevados. Y en el monte Oribio, a escasos 1.400m de altitud, también se ven algunas manchas blancas. El invierno, que se resiste a desaparecer del todo. Entre un invierno que se resiste a marchar y una primavera que pugna por emerger, hay momentos muy hermosos para ir a la montaña y al bosque, a la naturaleza de la que formamos parte, a la Tierra que gestó a nuestra especie. En la próxima ruta, te esperamos. PINCHA AQUÍ PARA VER MÁS FOTOS
Rutas y prácticas mindfulness en la naturaleza, inspiradas en la ecología profunda.