Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2018

Silencio, paz y conexión con la naturaleza

Si hubiera que definir con pocas palabras la ruta del domingo, serían las del título de la entrada: silencio, paz y conexión. Ese día, escogimos un camino sin prisas, directo a lo más bello del bosque y del río, para caminar con calma y pararnos a mirar el mundo que nos rodea, reconociéndonos como parte del mismo.  Caminos hacia el centro del bosque, caminos de vuelta a casa, al mundo natural al que pertenecemos. MÁS FOTOS, AQUÍ

Conocer y conocerse: un viaje a El Bierzo.

Conocer y conocerse. Cuando la experiencia que vivimos nos hace crecer en conocimiento del mundo  y en conocimiento de lo que somos, ha valido la pena. Esta vez han sido El Bierzo y sus montañas, los escenario  de un viaje hermoso, espectacular, lleno de descubrimientos. Descubrimos el Valle del Silencio, con sus hermosos pueblos, sus paisajes embriagadores y sus sinuosas carreteras. Para el día de calentamiento, 16 km y casi 750m. de desnivel de subida ¡No está mal! Primeros pasos, ya empezamos a ser un grupo que además de caminar unido, comparte lo que va descubriendo. Y al día siguiente, desde Colinas del Campo de Martín Moro Toledano (sí, el pueblo con el nombre más largo de España), recorrimos los dos valles que alumbran al río Boeza, en la sierra de Gistredo. Ese fue un día duro y hermoso, por rutas sin caminos, paisajes de alta montaña, de media montaña, de bosque...Para una buena parte del grupo, la primera gran actividad en montaña, con más de 10 horas de

¡ATENCIÓN PLENA!

MINDFULNESS EN LA PENA DO TEIXO La última ruta por la Pena do Teixo, nos dejó un montón de experiencias nuevas y de enseñanzas. Una zona muy conocida y visitada por mi, en la que hemos hecho una variante a sobre la ruta clásica llena de aventura. No había hecho antes esa variante...Así que todo el grupo compartimos la aventura de explorar una ruta donde no hay caminos. Vivimos el valor del grupo como fuente de solidaridad y ayuda mutua. Vivimos el placer de buscar y encontrar, entre trepadas y paisajes alucinantes, un acceso nuevo al mirador de la Pena Empardada.  Y por fin, revisamos la experiencia, lo que sentimos, los riesgos que enfrentamos y las decisiones necesarias para minimizarlos. Y sentimos el valor de la presencia. De estar cuerpo y mente comprometidos con la misma tarea, disfrutando del momento con todos sus contenidos. Además, disfrutamos de caminos hermosos y solitarios, del silencio, de la luz, del bosque y del agua. De la cueva, d