Con gran alegría, el sábado 12 de diciembre volvimos a compartir una jornada de inmersión en la soledad del bosque y en el rugir de las aguas.
La compartimos con cinco personas, el máximo que las normas permiten a día de hoy. Durante esa jornada, se fortalecieron nuestros músculos por el trabajo de progresar por terreno complejo, por las subidas y bajadas. Se fortaleció nuestro sistema cardiorrespiratorio, bombeando sangre y oxígeno a esos músculos que tanto trabajaron. Y nuestro sistema inmunitario salió reforzado, con el ejercicio físico, el aporte de aire limpio y el bienestar psicológico que estas actividades en la naturaleza nos depara. Y sobre todo ¡¡Disfrutamos un montón!!
Os dejamos alguna imagen de la jornada que nos regaló la Fraga do Sol. Y dado que en cada salida podemos contar con un máximo de cinco personas, esperamos volver muy pronto, en cuanto puedan salir las personas de las zonas aún confinadas, donde tantas amigas y amigos tenemos.
Y os proponemos una idea: la autoorganización de grupos para la realizar esta ruta, en familia o con allegados, que sí sabemos lo que son, el día que más os convenga.