Caminar por la montaña y por el monte nos ayuda a ver el rostro de la Tierra. Desde la ciudad, la sequía se aprecia menos. Yendo a bañarse a la playa en octubre, el calor parece un regalo. Viendo las noticias en TV, el cambio climático parece un problemilla. Pero caminando en el monte, se aprecia la Tierra seca y los ríos apagados. Las fuentes de Ancares o del Monte del Gato en las que pensábamos abastecernos, no tienen agua. Arroyos secos y ríos con su caudal bajo mínimos. Así estamos.
Aún así, hemos podidos disfrutar de las rutas al estilo que nos gusta: grupo reducido, paisajes maravillosos y ambiente de amistad. Tanto en el Miravalles el sábado, como en el Monte del Gato el domingo.
Os dejamos alguna foto y los enlaces a las demás fotos.
¡Nos vemos en la siguiente!
subiendo al Miravalles
Foto de cumbre. Todos menos dos.
Al fondo, Cuiña y mustallar
Llegando a Balouta, al terminar la ruta.
Río Fervenzas bajo mínimos
Aún nos queda la humedad
Hilos de Vida
Los más hermosos caminos.