Cada vez que hacemos una actividad, ésta ilumina aspectos nuevos, tanto prácticos (organización, gestión etc) como de aquello que con la ruta pretendíamos iluminar, y que siempre gira en torno a la misma idea: reunificación de la disperso; mente y cuerpo (unificados por la conciencia), ser humano y Naturaleza, disfrute y aprendizaje. Y yo, organizador de la actividad y guía, que se supone que debo ir con la lección aprendida, pues también recibo mis enseñanzas. El hecho de preparar la actividad, una obligación que tengo como promotor de la misma, hace que vaya a la caminata con unas expectativas de lo que hay que hacer, de lo que se espera de mi; con unos planes, que luego nunca se cumplen del todo. Aceptar el momento, con todas las novedades que surgen, con todas las energías que vierten todas las personas del grupo, siempre es una lección. Y me temo que ruta tras ruta la voy a seguir recibiendo, pues a pesar de estar convencido de que el valor de la actividad lo da el pedacito de la Tierra que recorremos y la relación que se establece entre esa Tierra y las personas participantes, a pesar de ese convencimiento, la sensación de haber hecho poco (pocas explicaciones, pocas palabras) la tengo siempre. Una vez más, las reacciones que me llegan de la gente que participó me ayudan a matizar esa percepción, pero reconozco que siempre caigo en ella ¡A ver si voy aprendiendo!
Esta vez, además hay otras conclusiones de tipo práctico. El punto de encuentro tradicional de Betanzos, tal vez haya que revisarlo. Tal vez podría estudiar una forma de comunicación entre las personas participantes, al menos las que ya os vais conociendo, para salir desde Coruña y según sea la ruta, quedar en uno u otro lugar. Habrá que pensarlo...¡¡A ser posible colectivamente!!
Parece que gana fuerza la idea de que siempre tenemos suerte con la meteo. Pues sí, no nos podemos quejar. El método que sigo es el de mirar las previsiones a quince días en varios páginas especializadas, y si veo una tendencia positiva, aprovecho. Esta "táctica" favorece que tengamos buen tiempo, pero deja menos margen para apuntarse, para planificar ¡Que la vemos a hacer!
Por fin, se van consolidando dos rutas al mes, una con más contenidos mindfulness y otra más de montaña. Esta última del Pindo fue una exploración de una actividad a caballo entre las dos, y la próxima también lo va ser.
La próxima ruta va a ser solo de media jornada, el domingo 8 de mayo, por el valle del Mandeo, y con contenidos de exploración muy claros y rotundos...Forno de Allares...Subiuda a Espenuca...En breve más.
Comentarios