Ir al contenido principal

Navegando entre árboles

 Una de las consecuencias de los tiempos que vivimos es la mayor afluencia de gente al entorno natural, en busca de paisaje, algo de ejercicio, sol y bienestar. Tal vez sea un avance. Un avance, que también tiene sus riesgos: la saturación de determinados espacios naturales, que por su fama (lugares-icóno) y su accesibilidad se convierten en zonas de afluencia masiva. Lo hemos observado en grandes montañas, como el Aneto, y en nuestro entorno, en lugares como el monasterio de Caaveiro (Fragas do Eume), el coto de Chelo (río Mandeo) o el Seixo Branco (Oliros). Mientras como sociedad vamos dejando reposar este nuevo impulso y aprendemos a gestionarlo sin comprometer el medio natural, nuestras propuestas seguirán buscando esos caminos y lugares no tan icónicos, pero más salvajes y bellos, para realizar rutas en soledad, en pequeños grupos, disfrutando de la tranquilidad del centro del bosque.




Esa búsqueda implica caminar por lugares más complicados, de difícil orientación y con la necesidad de aumentar el grado de atención a nuestra progresión ¡Mejor! La atención plena también se cultiva así, centrándose en cada rama, en cada paso y en cada reto que nos presenta el camino. Y si estamos en un ambiente de soledad, aún mejor. Siempre en el contexto de seguridad que nos proporciona la persona que guía.

Así, sábado, ruta tranquila, soleada, solitaria, en grupo muy reducido (tres personas) por el Monte do Gato, por el espectacular valle del río Fervenzas.



Que metro a metro hace honor a su nombre.

Bosque, planicies cumbreras, paisaje rural y buena compañía ¿Se puede pedir más?








Y el domingo, la ruta por el valle del Mandeo.

Al ser Chelo uno de esos lugares-icono muy accesible, es también un lugar muy frecuentado y en el que no es difícil que se den situaciones de saturación, así que hicimos nuestra ruta navegando entre árboles, buscando el camino donde apenas lo hay, por donde la gente no se aventura.




Las dificultades y retos del terreno, las vivimos como un ejercicio de atención plena, de solidaridad y de integración en el paisaje




Aún así, hicimos una breve concesión al camino junto al río Mandeo. Aunque no podemos hablar de saturación, sí de una carga alta de gente. Llama la atención que las normas para rutas organizadas reduzcan a cuatro (más guía) el número máximo de participantes, y los grupos de amistad puedan ser mucho más numerosos.
Tras una travesía por el centro de la Fraga, una vez más, pudimos gozar de la soledad, el sonido de la naturaleza y el reto de afrontar caminos complejos que nos ayudan a mejorar física y técnicamente.

¡¡Nos vemos en la siguiente!!

Comentarios

Entradas populares de este blog

INMERSIÓN EN EL CORAZÓN DE LA NATURALEZA.

INMERSIÓN EN EL CORAZÓN DE LA NATURALEZA,  DEL 11 AL 15 DE OCTUBRE DE 2023  En el mes de julio vivimos en Piornedo la primera edición de la "Inmersión en el corazón de la naturaleza".  Fue una experiencia maravillosa, de conexión a nivel interior (conexión con nuestra interioridad), a nivel humano (conexión con el grupo) y a nivel ecológico (conexión con el mundo natural). Esta interconexión siempre se presentó como experiencia de unificación, sin fronteras, regalándonos un modelo de crecimiento personal  integrador, de constante interacción y retroalimentación de lo más íntimo con lo más global, que nos proyecta hacia la plenitud. Tanto nos gustó, que repetimos. Y para quienes podáis tener interés, os dejo enlace a nuestra web "Consciencia Natura" desde la que organizamos esto y otras muchas cosas. La "inmersión en el corazón de la naturaleza" de Octubre   (desde aquí podéis acceder a toda la información y a los procedimientos de inscripción) La web de co

EL ACIDENTE EN EL PINDO. LAS LECCIONES MÁS IMPORTANTES.

  INTRODUCCIÓN. En la  ruta del pasado 30 de abril al Monte Pindo sufrí un accidente moderadamente grave. Una caída por resbalón hasta el río, desde una altura de 1,7 metros y de espaldas. Un accidente absolutamente desligado de la imprudencia de asumir más riesgos de los debidos. Simplemente mala suerte. La lección más importante al respecto, es la de que en los momentos de relajación (me caí donde paramos a comer), cuando el peligro es mucho menor y bajamos el nivel de concentración, es ahí donde con más facilidad se producen los accidentes. La segunda lección es que hay sitios, como por ejemplo en Pindo, pero también zonas de las Fragas do Eume, o el río Cambás, donde podemos minimizar los riesgos, pero si pasa algo, si al final hay un accidente, mejor que el grupo sea lo más autosuficiente posible, pues no es tan fácil recibir ayuda eficaz del exterior. Esto es algo que sobre lo que tendré que reflexionar a fondo a la hora de seguir o no proponiendo actividades de naturaleza. En mi

UN FIN DE SEMANA, DOS RUTAS.

 Tras el disfrute de la última ruta, por la Fraga do Sol, nos quedamos con las ganas de volver, pero tal vez con otro formato que reduzca un poco la intensidad de la actividad, sin restarle un ápice de belleza. Y la idea es repartir una ruta de 11km y 520m de desnivel de subida (1040m desnivel acumulado) en dos mitades, una para hacer el sábado y otra para el domingo. El teoría ni la distancia ni el desnivel son terribles, pero el terreno es muy abrupto y nos obliga a esfuerzos extra cada poco tiempo. Así que vamos a probar a repartir en dos jornadas. SÁBADO 15 DE ABRIL.   Realizaremos la primera ruta, en jornada de mañana. Se trata del tramo que corresponde al río Frai Bermuy. Espectacular. DOMINGO 16 DE ABRIL. Segunda ruta, por O Rego da Cortella y O Rego do Boi Criado. También espectacular. Aquí podéis ver un reportaje de la zona. (las fotos son de esta primavera) HORARIOS Y PUNTOS DE ENCUENTRO. Serán iguales los dos días.  Betanzos, Avd /do Carregal s/n (zona de la piscina y el pol