El pasado sábado 4 de marzo realizamos una ruta de "entrenamiento del cuerpo y de la mente" por el valle del río Mandeo.
La ruta no tuvo mucho éxito de público, a pesar de haber sido tan vista en el blog como cualquiera otra. Tal vez no haya que darle muchas vueltas a las causas; al trabajar siempre con grupos reducidos cada persona es un 10%, a veces más, del total de participantes. Y un par de incidentes con algunas de esas personas, hace que "el éxito" de asistencia se venga abajo. Pero no es ese el éxito que buscamos desde aquí. Ni ningún otro tipo de éxito, salvo que la actividad sea enriquecedora para todas las personas que participan en ella.
Ruta enriquecedora significa que nos reconecta. Que reconecta cuerpo y mente. Que nos reúne en la naturaleza, a cada quien consigo mismo, con el resto del grupo y con la Tierra de la que formamos parte. Ese es el único éxito que perseguimos. Y no tengo nada claro que la palabra éxito sea la adecuada para las ideas que estamos exponiendo.
Ruta de entrenamiento...Suena a deporte, a machaque...tal vez eso haya influido en que se apunte menos gente...Pero en realidad ¿Qué era y que serán las próximas que hagamos de este tipo?
1) Rutas cercanas, con poco gasto, bajas emisiones de desplazamiento y un horario más fácil de integrar en el fin de semana. (mañana del sábado, a 3,5 km de Betanzos)
2)Rutas muy bonitas, por zonas cercanas pero por caminos desconocidos, llenos de encanto.
3)Rutas de aprendizaje: de gestión del esfuerzo, de descubrimiento de habilidades ocultas que nos permiten desplazarnos por terreno difícil, incluso trepar, SIEMPRE SIN PELIGRO.
4)Rutas de descubrimiento: de los secretos del paisaje cotidiano, de potencialidades desconocidas, del valor de atreverse y confiar, del apoyo mutuo y de la belleza.
5)Rutas amables y divertidas.
La del día 4 de marzo cumplió con todo esto. Y aprovecho para dar las gracias por ello a todas las personas que participaron.
¡Gracias!
Y para poder ver las fotos y vídeos que reflejan la jornada, ya sabes, pincha aquí.