domingo, 22 de noviembre de 2020

Monte Pindo: volver para volver.

 Desde la ruta del 2017, no habíamos regresado al Monte Pindo. En aquella ocasión nos gustó resaltar el proceso de recuperación del territorio, tras el gran incendio del 2013.

Hoy, en plena pandemia y con todas las restricciones que hay a la movilidad, lo que sí podemos hacer es avanzar en la preparación de rutas (de momento, Betanzos y Miño siguen con la posibilidad de desplazarse por toda la Galicia no confinada, y la zona de O Pindo no lo está, a día de hoy). Ya lo hicimos la semana pasada con la Fraga do Sol y el sábado 21 de noviembre, nos hemos ido al Pindo.


Hay algunas novedades, sobre todo en el inicio de la ruta, donde tuvimos que repasar el terreno hasta dar con la nueva variante del camino que baja hasta  O Rego das Caldeiras.


El anterior...mejor no seguirlo. El monte bajo lo ha borrado en algunos tramos por completo.






Las vistas en el primer collado de la jornada, son espectaculares.






Una vez más, disfrutamos de la belleza de una ruta solitaria y con cierta complicación, sobre todo en la subida al Peñafiel. Aunque se puede dulficar esta subida, sigue siendo un tramo expuesto, que requiere habilidades de trepa.




También es exigente la desviación a A Cova da Xoana, aunque menos expuesta.


Entre medias, El Valle do Rego das Caldeiras, arrasado por el fuego en el año 2013, nos mostró sus heridas y su resiliencia 


Por debajo de lo árboles muertos y que aún se mantienen en pié, nuevas especies van colonizando el paisaje. Ya se ven pinos jóvenes, además de una variedad importante de árboles y plantas adaptadas al medio, entre las que también está, sí, el eucalipto.




Parece que alguna institución o asociación ha hecho un marcado relativo de la ruta, aunque de tal manera que dudamos que se vaya a llenar de gente: sigue siendo una ruta de montaña en la que las pocas señales que hay apenas sirven para informar a quien camina, cada cierto tiempo, de que va bien. Nos alegra que así sea, sigue siendo necesario saber andar por la montaña para completar este camino.

El camino aparece y desaparece continuamente, requiere de cierta experiencia hacer la ruta



Las señales aparecen cuando menos te lo esperas...

Y a veces, si no conoces la ruta, puedes preguntarte ¿por dónde va el camino?

 Señal hay, pero camino, ya es otra cosa. 

Y tal vez deba ser así para mantener el carácter salvaje de la travesía.




Cuando vayamos, volveremos a hacer el desvío de A Cova da Xoana, lugar mágico y hermoso, cargado de misterio. Hay muchas razones para hacer el esfuerzo.









Y por fin, tras una hermosa y dura travesía, llegamos á Moa, cumbre principal del macizo: vistas espectaculares, tranquilidad y paz.








La bajada final hasta O Fieiro, nuestro punto de partida, nos dejó las últimas vistas de la montaña, sus valles y sus rocas emblemáticas.







Ojalá que podamos compartir muy pronto esta ruta

¡¡Ojalá!!




domingo, 15 de noviembre de 2020

RECORDANDO EL CAMINO

 

Vivimos tiempos de cambios. Usamos mascarillas en la calle, permanecemos confinados. Cierran negocios, a veces para siempre. La pobreza crece a nuestro alrededor, sumando el miedo a caer en ella al miedo a la enfermedad. Esta situación, también nos cambia por dentro, seamos conscientes de esos cambios o no.

En los caminos que frecuentamos en bosques y montañas también se manifiestan los cambios. En algunas zonas, las más conocidas, hay más gente caminando y buscando desde una nueva forma de ocio, hasta un contacto más íntimo y reparador con la naturaleza. Y en las zonas más escondidas que tanto nos gustan y que hace mucho que no visitamos, lo que eran caminos apenas perceptibles, ahora no son ni eso, han desaparecido, devolviendo al bosque un puntito salvaje que lo hace más hermoso, si cabe. Es el caso de la Fraga do Sol.



Tal vez la ruta más íntima que jamás hayamos hecho. En ella nunca nos hemos encontrado con nadie. Los caminos que utilizamos no queda claro si son resultado del paso de personas o de animales. Aquellos que sí son del paso de personas, están muy cerrados, a veces desaparecidos. Conscientes de esta situación, el sábado 14 de noviembre salimos de exploración, con la idea de ofrecer esta ruta a la gente con la que salimos, EN CUANTO SEA POSIBLE ( a día de hoy, ni en grupos de cinco, pues la gente que viene de Coruña, Ferrol, Oleiros, Cambre...está confinada).



¡Y vaya! Los obstáculos cerraron algunos tramos, hasta el punto de hacerlos poco viables. Las dificultades han aumentado, hasta el punto de ¡Lo pasamos genial! Para poder ofrecer la ruta completa, la que integra todos los tramos, aún tendremos que volver a buscar rutas alternativas a los tramos más descompuestos. Sin duda estaremos listos, para cuando podamos retomar las actividades .



De momento, algunas fotos de la jornada de investigación con Mundo. La belleza y la soledad de los paisajes, sigue intacta.















¡¡Nos vemos pronto!!

LA ÚLTIMA ACTIVIDAD

CAMBIOS DE CALADO

  Esta vez, nos referimos a nuestra "nueva ubicación en el ciber espacio" Ahora nos encontrareis en: www.andaresnatura.com Cambio ...